La memoria de un encuestador*
En agosto de 1994, mi amigo Alonso
Rabí y yo nos reunimos en un café para trazar planes. Uno de ellos era la
realización de una encuesta que indagara cuáles son las diez mejores novelas
peruanas. Los participantes podrían citar dos o más obras de un mismo autor. El
orden sería indiferente. Además, solo se considerarían los libros publicados
hasta setiembre de ese año.
Elaboramos una larga lista con nombres
de las personas que participarían, las más representativas de nuestra
literatura: poetas, narradores, dramaturgos, críticos, editores. Tras seis
meses y con la coordinación de la revista Debate, los resultados de
la encuesta se publicaron en 1995. Si tardó en aparecer fue solo porque
queríamos la mayor cantidad de participaciones. Al final tuvimos 93, lo que no
está mal, pero pudo ser mejor.
Debo confesar que algunas personas nos
resultaron difíciles de ubicar. Otras, como Jaime Bayly, Miguel Gutiérrez y
Edgardo Rivera Martínez, prefirieron no participar. Al más célebre de nuestros
autores, Mario Vargas Llosa, le enviamos cartas y faxes, pero nunca recibimos
respuesta.
A quien más veces hemos llamado por
teléfono es a Jorge Puccinelli. Después de asegurarnos su participación, pedía
que le dejáramos unos días más. Sin embargo, nunca nos entregó su relación. Por
respeto a las otras respuestas y para evitar opiniones maliciosas, los
organizadores decidimos no participar con nuestras listas.
Sin subestimar a las personas, me
pregunto si un peatón común sabrá quién es Miguel Gutiérrez o Gregorio
Martínez. Apenas conoce a contados autores: Alfredo Bryce Echenique es «el que
se presentó ebrio en un popular programa de televisión», José María Arguedas
«¿no es ese escritor que se suicidó?» y Mario Vargas Llosa es «quien pretendió
ser presidente del Perú». Lamentable realidad de nuestra educación.
*
Cada encuesta refleja el espíritu de
determinada época. Pasados algunos años, creo que el resultado cambiaría. Y si
un día se organizara una consulta acerca de las mejores novelas
latinoamericanas, con la participación de los países de la región, ¿volvería a
aparecer La casa de cartón (1928) delante de La ciudad
y los perros (1963)? ¿Sería Un mundo para Julius (1970)
la novela peruana predilecta?
Aparte de este asunto geográfico, está
el de la intervención política. ¿Ha influido en los participantes la
candidatura de Vargas Llosa a la Presidencia de la República? ¿Ha causado
alguna antipatía a su obra literaria la publicación de sus polémicas memorias, El
pez en el agua (1993)? Pienso que sí. Según este argumento, me parece
que el novelista arequipeño sale un poco perjudicado en la encuesta.
Sin embargo, el autor de La
guerra del fin del mundo tiene más novelas mencionadas: cuatro en esta
lista de diez. ¿Acaso es difícil elegir qué novela destaca nítidamente de su
copiosa producción? El continuo postulante al Premio Nobel de Literatura no
tiene una preferida por los encuestados sino varias, lo que al final de cuentas
le resta votos a un libro.
Los gustos literarios cambian, lo que
está bien, pues sería monótono que no sucediera así. En la diversidad está la riqueza
de la creación. Pero, además, una cosa es la calidad y otra, la preferencia.
Hay muchas novelas que son éxitos de venta hoy, pero nadie se acordará de ellas
mañana.
En «Sobre los clásicos», ensayo de la
colección Otras inquisiciones (1952), el argentino Jorge Luis
Borges escribió con acierto: «Clásico no es necesariamente un libro que posee
tales o cuales méritos; es un libro que las generaciones de los hombres,
urgidas por diversas razones, leen con previo fervor y con una misteriosa
lealtad».
Un mundo para Julius,
la mejor novela peruana. No me lo esperaba. Sin duda, es una obra de grandes
méritos. Recuérdese que este libro de Bryce Echenique arrancó cálidos elogios
de escritores tan prestigiosos como el chileno Pablo Neruda o el colombiano
Gabriel García Márquez. Pero también es interesante observar cómo la crítica se
dividió ante la aparición de esta obra. Para Abelardo Oquendo, «la novela
podría haber ganado mucho si el autor le hubiera hecho perder páginas». En
cambio, Wáshington Delgado aseguró que Bryce Echenique, en este libro, es
«capaz de escribir 500 páginas apretadas sin embarullar el hilo argumental, sin
torcer la psicología de los personajes».
Asimismo, curiosas son las
interpretaciones que se desprenden de esta novela: para algunos es un ataque
feroz a la oligarquía; para otros, el canto de cisne de esta clase poderosa. No
hay que olvidar que este libro fue publicado cuando su autor tenía apenas 31
años.
En otro análisis se observa que solo
tres libros de la lista se publicaron antes que La ciudad y los perros,
obra que marcó una línea divisoria en nuestra narrativa. Es curioso también
notar que cuatro de los siete autores que han creado las diez mejores novelas
peruanas se encuentren vivos. Quizá mañana estos mismos escritores, u otros,
publiquen una novela que merezca en otra encuesta la mayor preferencia. En este
sentido, es bueno pensar que la mejor novela peruana siempre está por
escribirse.
Resultado
1) Un mundo para Julius (1970) 76 votos
Alfredo
Bryce Echenique
2) Los ríos profundos (1958) 73 votos
José
María Arguedas
3) El mundo es ancho y ajeno (1941) 60 votos
Ciro
Alegría
4) Conversación en La Catedral (1969) 54 votos
Mario
Vargas Llosa
5) La guerra del fin del mundo (1981) 48 votos
Mario
Vargas Llosa
6) La casa de cartón (1928) 47 votos
Martín
Adán
7) La Casa Verde (1966) 44 votos
Mario
Vargas Llosa
8) La ciudad y los perros (1963) 40
votos
Mario
Vargas Llosa
9) Canto de sirena (1977) 38 votos
Gregorio
Martínez
10) La violencia del tiempo (1991) 30 votos
Miguel
Gutiérrez
*
Publicado como «Las diez mejores novelas peruanas», en la revista Debate,
número 81, Lima, febrero-abril de 1995, páginas 28-43.
1 comentario:
No estoy de acuerdo con el 1er puesto, debería bajar al 10mo. Por lo demás esta correcto. Ahora sería diferente.
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